Esta actividad consiste en poner a prueba la capacidad olfativa y de identificación de aromas de los participantes, primero individualmente y luego en equipo.
Se preparan unos recipientes que contendrán aromas (de 25 a 30) de las diferentes familias que conforman la rueda de aromas de los vinos: frutas (manzanas, peras, melocotones, cerezas, ciruelas, naranja, limón, pomelo, piña, mango, maracuyá , frambuesas, moras, grosellas, …), florales (rosa, violeta, jazmín, …), hierbas frescas (eneldo, tomillo, romero, …), hojas: (eucalipto, menta, laurel, .. .), tostadas (café ,, chocolate, caramelo, …), especias (clavo, canela, pimienta, vainilla), frutos secos (almendra, avellana, nuez, ..), crianza (miel, membrillo, … ), …
Cada participante deberá oler, uno por uno, todos los recipientes, adivinar de qué aroma se trata y anotarlo en un papel. Una vez hayan olido todos los recipientes, pondrán en común con el resto del equipo sus respuestas y consensuar entre todos qué aroma es cada uno. Terminada la puesta en común, cada equipo entregará una hoja con sus respuestas. El equipo que acierte más aromas será el ganador. La actividad finaliza con la cata de dos vinos donde, de manera fácil, se podrá identificar algunas de las aromas que han trabajado en la actividad.
Una actividad muy atractiva para los profesionales que ayuda a potenciar el trabajo en equipo, la comunicación y el liderazgo.